jueves, 12 de marzo de 2009

Estado de situación actual

La situación presente en materia de tránsito y transporte terrestre es el resultado de la planificación o no planificación de décadas anteriores. Tuve la oportunidad de participar en un comité de planificación dirigido por el Arq. Sixto Durán Ballén, allá por 1973, durante los primeros años de su gestión como Alcalde de Quito. Algunos de los hitos que se definieron ese plan fueron:
- los corredores de las vías Occidental, Oriental, Simón Bolívar ya construidas y de la vía perimetral que enlaza Santa Rosa en el sur con Calderón en el norte, pasando por Cumbayá;
- la máxima cota para construcción en el sector noroccidental;
- se planificó el mercado mayorista en el sur y la terminal terrestre en el Cumandá;
- se planificó la construcción de varios mercados sectoriales;
- unos años más tarde, en 1977, se definió la ubicación del nuevo aeropuerto de Quito, en Tababela.
Aquel gran plan maestro fue puesto en práctica, de a poco en el tiempo aunque con variaciones introducidas por las administraciones edilicias y no conozco de la existencia un nuevo plan maestro posterior al que fue concebido durante el gobierno municipal de Durán Ballén.
La ciudad, en las dos últimas décadas, creció en forma desorganizada y absolutamente desordenada. Así, por ejemplo, los valles de los Chillos, Tumbaco y Pomasqui crecieron sin la planificación correspondiente, de manera especial en lo referente a su infraestructura vial. La consecuencia de ello es el caos en el tránsito y los transportes que afrontamos hoy y las obras que deben ser encaradas requieren de inversiones supremamente más altas de las que se habrían necesitado originalmente, para resolver problemas originados, en este caso, por la nula o insuficiente planificación.
Mirando al futuro y como acciones inmediatas para resolver el problema del tránsito y transportes en Quito, se requiere de manera urgente elaborar un nuevo plan maestro para Quito y que las futuras administraciones municipales se ciñan a lo establecido en ese plan. Que no se caiga en la tentación de modificarlo para lograr votos en las campañas electorales ni, lo que es más grave, para favorecer intereses particulares sobre todo en lo que tiene que ver al uso del suelo.
Es un imperativo resolver el caos vehicular en Quito y en los valles aledaños, auténticas ciudades satélite, otorgando especial atención al área de influencia del nuevo aeropuerto de Tababela, particularmente a las parroquia de Tumbaco, Puembo, Pifo y Yaruquí y a las franjas comprendidas entre Pifo y Sangolquí y entre Cumbayá y Guangopolo.
De manera inmediata es urgente restringir los desarrollos comercial y residencial a lo largo de las vías de tráfico rápido. Tal es el caso de la vía interoceánica entre Tumbaco y Pifo, de la autopista Simón Bolívar en toda su extensión y de la Carretera Panamericana entre Sangolquí y Otón. Es preciso definir también amplias zonas para el desarrollo industrial, es decir, el establecimiento de polígonos industriales en las inmediaciones de los centros poblados, pero no enclavados en ellos.

En los próximos artículos se desarrollarán las ejecutorias que se requieren, a mediano plazo, para la ciudad y sus áreas de influencia en materia de tránsito y transporte terrestre.
© Ing. Ramiro Sotomayor Martínez

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